La franquicia Doom ha marcado a generaciones enteras de jugadores desde su debut en 1993. Con su regreso triunfal en 2016 y la brutalidad refinada de Doom Eternal, la serie ha demostrado que sigue siendo una fuerza imparable dentro del género FPS. Ahora, Doom: The Dark Ages promete llevarnos aún más lejos con su ambientación medieval, pero hay un detalle que ha llamado la atención de la comunidad: el juego no tendrá modo multijugador.
Doom: Una decisión que prioriza la experiencia
Hugo Martin, director creativo de id Software, explicó en una entrevista con GamesRadar que la ausencia de multijugador en Doom: The Dark Ages no es un descuido ni una limitación técnica, sino una decisión consciente. Implementarlo significaría restarle recursos a la campaña, y eso es algo que el equipo simplemente no está dispuesto a hacer.
«Definitivamente, vendría a expensas de la campaña», afirmó Martin, dejando claro que el enfoque está en ofrecer la mejor experiencia posible para un jugador. En un panorama donde muchos títulos buscan abarcar todo con modos online, pases de batalla y monetización agresiva, esta declaración es refrescante.
Si algo ha definido a Doom desde sus inicios, es su campaña frenética, brutal y sin concesiones. Doom (2016) y Doom Eternal elevaron este estándar con mecánicas precisas, exploración bien diseñada y un sistema de combate que recompensa la agresividad estratégica. Meter un modo multijugador podría haber significado comprometer estos pilares.
No es que Doom no haya probado el terreno online antes. Tanto en el juego de 2016, como Doom Eternal ofrecieron experiencias multijugador, pero ninguna alcanzó el impacto de sus campañas. Es más, Doom Eternal incluso intentó innovar con el Battlemode, un 2v1 asimétrico que, aunque interesante, no terminó de despegar entre la comunidad.
La industria de los videojuegos ha llegado a un punto donde los estudios enfrentan una decisión complicada: apostar por la narrativa y la experiencia en solitario o integrar elementos multijugador para mantener a los jugadores enganchados a largo plazo. Con Doom: The Dark Ages, id Software ha tomado la ruta menos transitada en estos tiempos, y eso podría hacer toda la diferencia.
La ausencia de multijugador no es una pérdida, sino una garantía de que la campaña recibirá el nivel de atención y detalle que merece. Si algo han demostrado los últimos títulos de Doom, es que un buen FPS no necesita depender de un modo en línea para ser relevante. La verdadera esencia de la saga está en sus combates de ritmo vertiginoso, en sus escenarios diseñados para el gunplay y en esa sensación de poder absoluto que solo matademonios más famoso puede ofrecer.
Aunque aún falta información detallada sobre la historia y mecánicas de Doom: The Dark Ages, los primeros avances sugieren un enfoque más visceral y crudo, acorde con su ambientación medieval. La estética de armadura pesada y armas rústicas con un toque futurista ya han captado la atención de los fans, y con id Software apostando todo por la campaña, podemos esperar un nivel de diseño y pulido que eleve aún más lo visto en el anterior juego de Bethesda.
Esta decisión también refleja una tendencia creciente en la industria: no todos los juegos necesitan un multijugador. Cyberpunk 2077 canceló su modo online para enfocarse en pulir su experiencia en solitario, Starfield se mantuvo fiel a su ADN de exploración para un jugador, y ahora Doom: The Dark Ages se suma a esta filosofía.
id Software sabe lo que hace. Su prioridad con este nuevo shooter es clara: entregar una campaña excepcional sin distracciones innecesarias. En una época donde los juegos parecen obsesionados con modos en línea y monetización, esta decisión es una bocanada de aire fresco.