En una industria donde las adaptaciones de manga al anime y a la acción real suelen desarrollarse por caminos separados, Kowloon Generic Romance se hace notar con una propuesta única y es que es un proyecto pensado desde el inicio como una experiencia doble. En una entrevista reciente con Mantan Web, el productor Ryoya Arisawa reveló que tanto la versión animada como la serie live action fueron concebidas como piezas complementarias, diseñadas para disfrutarse una junto a la otra.
Kowloon Generic Romance fue concebido como una experiencia doble
Gracias a esto sabemos que no se tratan de dos adaptaciones independientes que reinterpretan el mismo material original con distintos enfoques, sino de una especie de doble lectura narrativa, estamos ante dos formatos que se entrelazan, que se responden y que expanden la historia desde ángulos diferentes, pero conectados.
Kowloon Generic Romance, manga creado por Jun Mayuzuki quien también es autora de After the Rain, se sitúa en una versión estilizada y algo retrofuturista de la ciudad amurallada de Kowloon, en Hong Kong. En este escenario saturado de neones, nostalgia y misterio, seguimos la vida de Reiko Kujirai y su colega Kudou, trabajadores de una agencia inmobiliaria que navegan una cotidianeidad impregnada de una sensación extraña de déjà vu, con tintes de ciencia ficción, romance y secretos por descubrir.
En la entrevista, Arisawa explicó que desde el momento en que se empezó a trabajar en las adaptaciones, se decidió que ambas versiones contarían partes distintas de la historia y explorarían temas complementarios. La idea es que el espectador pueda ver el anime y la serie live action, no como dos versiones del mismo relato, sino como dos mitades que, juntas, completan el panorama emocional y narrativo de Kowloon Generic Romance.
Esta estrategia no solo es poco común, sino que también representa una apuesta ambiciosa. Implica una coordinación estrecha entre los equipos creativos de ambas producciones, así como una planificación narrativa precisa para evitar contradicciones o redundancias. Pero también ofrece una experiencia única al público: una especie de doble inmersión en el universo de la historia.
El anime, según Arisawa, se centra más en lo introspectivo y lo emocional, utilizando los recursos del medio para transmitir la atmósfera densa y melancólica del manga original. La animación permite jugar con el tiempo, la memoria y la estética de la ciudad de una forma evocadora. Por su parte, la versión live action busca reforzar el realismo emocional y acercar al espectador a los personajes desde lo tangible, con actuaciones que aportan nuevas capas a la relación entre Reiko y Kudou.
Lo más interesante es cómo ambas piezas dialogan entre sí. Hay detalles que se revelan en el anime de Kowloon Generic Romance y se completan en la acción real, y viceversa. Según el productor, quienes vean solo una de las dos adaptaciones podrán seguir la historia, pero quienes consuman ambas obtendrán una experiencia más rica, profunda y matizada.
Este enfoque marca una diferencia importante frente a la tendencia habitual, donde los live action suelen ser considerados como complementos o intentos independientes (y no siempre bien recibidos) del material original. En el caso de Kowloon Generic Romance, el live action no es el otro formato, sino parte del corazón del proyecto.
Este tipo de propuesta también habla del deseo de innovar en la forma en que se adaptan las historias del manga al audiovisual. Ya no se trata solo de trasladar personajes y tramas de un medio a otro, sino de aprovechar las fortalezas únicas de cada formato para crear una narrativa más completa.
El productor Ryoya Arisawa confirma que ambas versiones están diseñadas para verse en conjunto, como dos mitades de un mismo rompecabezas narrativo. Así que si tenías pensado elegir entre ver el anime o la serie live action, Ryoya Arisawa te tiene un mensaje claro «mejor ve ambas». La historia de Kowloon Generic Romance está pensada para vivirse en distintos formatos.
© 眉月じゅん/集英社・「九龍ジェネリックロマンス」製作委員会