El desenlace de la novela ligera Osananajimi ga Zettai ni Makenai Love Comedy (Osamake)finalmente ha sido revelado. Tras una historia llena de giros y rivalidades amorosas, la pregunta clave es: ¿quién se quedó con el protagonista? Aquí te contamos cómo terminó esta obra que, a pesar de las dificultades en ventas, logró mantener el interés de sus seguidores hasta el final.
Osamake: Así terminó la competencia por el amor de Sueharu
Este artículo contiene spoilers sobre el final de Osamake.
El desenlace de Osananajimi ga Zettai ni Makenai Love Comedy (Osamake) finalmente ha sido revelado con el lanzamiento de su último volumen. Esta novela ligera, que enfrentó numerosos desafíos en ventas, ha mantenido a los fans en vilo con su triángulo amoroso y el destino de su protagonista, Maru Sueharu. Ahora, la gran pregunta ha sido respondida: ¿quién fue la elegida?
Antes de abordar el final, recordemos a las tres chicas que compitieron por el corazón de Maru:
- Kuroha Shida (Kuro): la amiga de la infancia y primera chica presentada en la serie. Su corte de pelo corto la hace encajar en el estereotipo de la «perdedora» en el género de comedias románticas, pero su relación con el protagonista siempre fue especial.
- Shirokusa Kachi: el primer amor de Maru y una reconocida escritora. Su aparente indiferencia inicial evolucionó hacia sentimientos más profundos con el paso de la historia.
- Maria Momosaka (Momo): otra chica que conoció a Maru durante su infancia. Su conexión con él se originó en la pasión compartida por la actuación.
El punto culminante de la historia se desarrolla durante el festival de confesiones de la escuela. Maru había decidido confesar sus sentimientos, pero una trampa organizada por Kuro y Testuhiko lo hizo caer por un agujero en el escenario.
En ese momento, se reprodujo una grabación de una antigua confesión de Maru hacia Kuro, donde ella lo había rechazado. La audiencia interpretó esto como una nueva declaración de amor, y Kuro, aprovechando la situación, subió al escenario para «aceptar» la supuesta confesión. Su plan era marcharse antes de que Maru pudiera corregir la situación, forzándolo a aceptar la mentira.
Sin embargo, cuando Maru regresó, la confrontó y le reveló que realmente planeaba confesarle sus sentimientos, pero no bajo esas circunstancias. A pesar de reprenderla por su acción, terminó admitiendo su amor por ella. Maru explicó que no eligió a Kuro basándose en quién amaba más, sino en quién era la persona sin la que no podía imaginar su vida. Y esa persona era Kuro.
El epílogo de la novela concluye con un emotivo beso entre Maru y Kuro. Sin embargo, fiel a su personalidad, Maru no tomó la iniciativa, por lo que Kuro tuvo que dar el primer paso para que el momento se concretara.
Con este desenlace, Osamake desafía el típico trope de la «amiga de la infancia siempre pierde», brindando a Kuro el final feliz que muchos fans esperaban. Aunque el camino hasta aquí estuvo lleno de altibajos y sorpresas, la historia cerró con un mensaje claro: el amor no siempre es sobre quién es el primer amor, sino sobre quién es la persona que permanece a tu lado hasta el final.
El final de Osamake ha generado reacciones diversas entre los seguidores de la serie. Mientras que muchos celebraron la victoria de Kuro, otros expresaron su decepción por el desenlace de Shirokusa y Maria. La historia rompió con la tradición del anime y las novelas ligeras donde la amiga de la infancia rara vez es la elegida, lo que le da un toque refrescante a la narrativa.
Además, la novela ligera y su adaptación al anime han dejado una huella en el género de las comedias románticas, presentando una trama llena de giros inesperados y personajes con motivaciones bien desarrolladas. Aunque la serie no alcanzó las mejores cifras de ventas, logró construir una base de fans leal que valoró su historia y su original enfoque en el romance juvenil.
Con su final, Osamake demuestra que las relaciones amorosas no siempre se tratan de quién llegó primero, sino de quién es la persona que más se preocupa y lucha por permanecer en la vida del otro. Esta obra permanecerá como un ejemplo de cómo las narrativas románticas pueden evolucionar y sorprender, dejando a los lectores con una reflexión sobre el amor y las decisiones que moldean nuestras relaciones.