En 2001, El viaje de Chihiro se convirtiรณ en un fenรณmeno absoluto. La pelรญcula de Studio Ghibli no solo superรณ a La princesa Mononoke, tambiรฉn se quedรณ con el tรญtulo de la cinta japonesa mรกs taquillera de todos los tiempos, algo que parecรญa intocable durante aรฑos.
El viaje de Chihiro cede su corona
Pero esa marca histรณrica acaba de ser superada. Segรบn el portal japonรฉs Oricon, la nueva pelรญcula Infinity Castle ya alcanzรณ mรกs de 33 mil millones de yenes en taquilla (unos US$224 millones), dejando atrรกs los 31.68 mil millones que recaudรณ El viaje de Chihiro en su estreno. Y ojo, porque con esto se convierte en la segunda producciรณn de Demon Slayer que logra rebasar al clรกsico de Hayao Miyazaki, despuรฉs del boom de Mugen Train en 2020.
Pero mรกs allรก de los nรบmeros, lo interesante es detenernos en quรฉ ofrecen ambas pelรญculas y por quรฉ conectaron tanto con el pรบblico.
Por un lado, El viaje de Chihiro es una obra profundamente simbรณlica que mezcla la inocencia infantil con la dureza del mundo adulto. Nos presenta a Chihiro, una niรฑa que cae en un mundo lleno de dioses, espรญritus y criaturas mรกgicas, donde debe aprender a valerse por sรญ misma. La cinta habla de crecimiento, de resiliencia y del poder de la identidad personal en un entorno hostil. Su mensaje central es claro: incluso en los lugares mรกs oscuros, la bondad, la empatรญa y la valentรญa son lo que nos permite seguir adelante.
Por otro lado, Infinity Castle cierra con broche de oro uno de los fenรณmenos mรกs grandes del anime moderno. La saga de Demon Slayer no solo es una historia de acciรณn trepidante y batallas espectaculares, tambiรฉn es un relato sobre el sacrificio, la importancia de los lazos familiares y el peso del deber. La pelรญcula lleva a los cazadores de demonios al enfrentamiento final contra Muzan Kibutsuji, mostrando hasta dรณnde puede llegar el espรญritu humano cuando se lucha por proteger a los seres queridos. Al igual que Mugen Train, logra balancear la espectacularidad visual con un toque emocional que conecta de inmediato con la audiencia.
Aunque separadas por mรกs de veinte aรฑos, ambas cintas enseรฑan lo mismo: crecer significa enfrentar el dolor, pero tambiรฉn descubrir la fuerza que nace del amor y la esperanza. Chihiro lo aprendiรณ en un mundo fantรกstico de espรญritus, mientras que Tanjiro y sus compaรฑeros lo viven en su lucha contra la oscuridad.
El contraste es fuerte. Miyazaki nos regalรณ un viaje introspectivo y lleno de metรกforas. Demon Slayer nos da una epopeya รฉpica cargada de adrenalina. Pero en el fondo, ambas pelรญculas demuestran algo en comรบn: el anime siempre sabe llegar al corazรณn de su pรบblico.
Hoy, El viaje de Chihiro deja de ser la reina absoluta de la taquilla. Sin embargo, su legado sigue intacto. Muchos de los que llenaron las salas para ver Infinity Castle crecieron con las pelรญculas de Studio Ghibli. Seguramente recuerdan la primera vez que escucharon la inolvidable mรบsica de Joe Hisaishi.
Ver a una nueva generaciรณn abrazar con tanta pasiรณn, Demon Slayer es nostรกlgico y esperanzador. El anime, como el cine mismo, nunca se detiene. Cambia, evoluciona y se transforma. Pero algo no cambia jamรกs: siempre tendrรก el poder de conmovernos y unir generaciones.
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