Desde su lanzamiento en 1996, Dragon Ball GT ha sido un tema de debate entre los fans de la franquicia creada por Akira Toriyama. Aunque no forma parte del canon oficial, la serie se convirtió en una continuación alternativa de Dragon Ball Z con ideas y personajes propios. Sin embargo, recientemente, un exeditor de la saga reveló que GT no nació como una idea creativa independiente, sino como una respuesta al miedo que generaba el final de Dragon Ball Z.
Dragon Ball GT: La serie que surgió por el temor al cierre de Z
Durante una reciente entrevista, Kozo Morishita, quien trabajó como productor y editor en la franquicia, confesó que el equipo detrás de Dragon Ball estaba preocupado por lo que ocurriría cuando DBZ llegara a su fin. La franquicia era un fenómeno a nivel mundial, y dejarla sin continuación representaba un enorme riesgo tanto para Toei Animation como para las empresas que comercializaban sus productos.
Según Morishita, la idea de terminar Dragon Ball Z generó ansiedad en la industria, ya que la serie era una fuente de ingresos multimillonaria. La posibilidad de perder a los fans y de que la popularidad decayera llevó a los responsables del proyecto a buscar una forma de extender la historia sin depender de Akira Toriyama, quien ya no estaba tan involucrado en la producción.
A diferencia de Dragon Ball y DBZ, que contaban con el manga como base, GT fue un proyecto completamente original del estudio Toei Animation. Akira Toriyama solo estuvo involucrado en el diseño de algunos personajes y en la estética general, pero no participó activamente en la historia. Esto hizo que GT tuviera un tono y una dirección diferente a la obra principal, algo que no terminó de convencer a muchos seguidores.
En palabras del exeditor, Dragon Ball GT fue una manera de prolongar el fenómeno sin depender del manga, pero al mismo tiempo era un experimento para ver si la franquicia podía sostenerse sin la mano directa de Toriyama. Aunque la serie presentó ideas interesantes, como la transformación en Supersaiyajin 4 y la exploración del espacio, no logró conectar del todo con el público, lo que llevó a su final en 1997 tras 64 episodios.
En su momento, Dragon Ball GT recibió críticas mixtas. Muchos fans extrañaban la esencia de las entregas anteriores, y la historia no logró enganchar como sus predecesoras. A pesar de esto, con el tiempo, la serie ha ganado cierto reconocimiento dentro del fandom, especialmente por algunos de sus personajes y transformaciones icónicas.
El Supersaiyajin 4, introducido en GT, se ha mantenido como una de las formas más queridas por los seguidores de la franquicia. Incluso en productos recientes, como Dragon Ball Heroes, esta transformación ha sido reutilizada y sigue generando interés.
Aunque GT no tuvo el impacto esperado en su momento, sirvió como un antecedente para lo que vendría después. En 2015, Toei Animation decidió traer de vuelta la franquicia con Dragon Ball Super, esta vez con la participación activa de Akira Toriyama en la historia. Esta nueva entrega logró revitalizar el interés en Dragon Ball y corregir los errores que GT pudo haber cometido, algo que al parecer hizo que los fans se sientan felices.
Las declaraciones de Morishita dejan claro que, en el mundo del anime, las decisiones creativas muchas veces están impulsadas por la necesidad de mantener viva una franquicia y no solo por la inspiración artística. Dragon Ball GT nació del temor a perder el fenómeno que representaba Dragon Ball Z, y aunque su ejecución no fue perfecta, dejó un legado importante en la historia de la serie.